Si no tiene hermanos, dé su propiedad a los hermanos de su padre.
Si su padre no tiene hermanos, déle su propiedad a los parientes más cercanos de su familia para que puedan ser dueños de ella. Esta es una regulación legal para los israelitas, dada como una orden del Señor a Moisés”.
Si no tiene una hija, da su propiedad a sus hermanos.