Así que cuando los ismaelitas (que eran comerciantes de Madián) llegaron, sacaron a José de la fosa y se lo vendieron por veinte piezas de plata. Los ismaelitas lo llevaron a Egipto.
Se macharon de Madián y se fueron a Parán. Luego, junto con algunas personas de Parán, fueron a Egipto, al Faraón, rey de Egipto. Éste proporcionó a Hadad una casa y comida, y también le asignó tierras como regalo.
Así que asegúrense de tener reverencia por Dios, obedeciéndolo y haciendo lo que él quiere, porque Dios no permite ninguna clase de injusticia, favoritismo o soborno”.
Será un acuerdo que asegura un sacerdocio permanente para él y sus descendientes, porque se dedicó apasionadamente a su Dios y enderezó a los israelitas”.