Pero si no te purificas, serás expulsado de los israelitas, porque has hecho impuro el Tabernáculo del Señor. El agua de la purificación no ha sido rociada sobre ti, y sigues siendo impuro.
“Así es como debes evitar que los israelitas se vuelvan ceremonialmente inmundos, para que no mueran al hacer que mi Tabernáculo se vuelva impuro, el lugar donde vivo con ellos.
“Si uno de los descendientes de Aarón tiene una enfermedad de la piel o una secreción, no se le permite comer las ofrendas sagradas hasta que esté limpio. Cualquiera que toque algo que se haya vuelto impuro por un cadáver o por un hombre que haya tenido una liberación de semen,
Si tocas un cadáver y no te purificas, harás impuro el Tabernáculo del Señor y deberás ser expulsado de Israel. Sigues siendo impuro porque no se te ha rociado con el agua de la purificación y tu impureza permanece.
“Sin embargo, cualquiera que esté ceremonialmente limpio y no viaje lejos y que no observe la Pascua debe ser expulsado de su pueblo, porque no presentó la ofrenda del Señor en el momento apropiado. Ellos serán responsables de las consecuencias de su pecado.
Deja que los que no hacen el bien sigan su camino. Que los que son impuros sigan su camino. Que los que hacen lo recto, sigan haciendo lo recto. Y que los que son santos, sigan siendo santos”.