Cuando llegaron a la era de Atad, al otro lado del Jordán, lloraron con gritos de dolor. José celebró una ceremonia de siete días de luto por su padre allí.
“Habla con los levitas y explícales: ‘Cuando recibas de los israelitas el diezmo que te he dado como compensación, debes devolver parte de él como ofrenda al Señor: un diezmo del diezmo.
De este modo, deberás contribuir con una ofrenda al Señor de cada diezmo que recibas de los israelitas, entregando la ofrenda del Señor al sacerdote Aarón.