David construyó allí un altar al Señor y presentó holocaustos y ofrendas de paz. El Señor respondió a su oración por el país, y la plaga de Israel se detuvo.
Aarón tomó el incensario tal como le había dicho Moisés y corrió al centro de la asamblea. Vio que la peste había empezado a afectar al pueblo, así que ofreció el incienso e hizo que el pueblo se pusiera en pie ante el Señor.