Vinieron dos hombres malos, se sentaron frente a él y lo acusaron delante del pueblo, diciendo: “Nabot ha maldecido a Dios y al rey”. Así que lo llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta que murió.
“Diles a los israelitas: estas normas son para los israelitas y los extranjeros que viven entre ellos. Cualquiera que sacrifique sus hijos a Moloc debe ser ejecutado. La comunidad debe apedrearlos hasta la muerte.
Moisés dijo esto a los israelitas, y ellos llevaron al hombre que maldijo al Señor fuera del campamento y lo apedrearon hasta la muerte. Los israelitas hicieron lo que el Señor le ordenó a Moisés que hiciera.
De un salto se pusieron de pie y lo llevaron fuera de la ciudad. Entonces lo agarraron con violencia y lo llevaron hasta la cima de la montaña sobre la cual estaba construida la ciudad, para lanzarlo del peñasco.
Entonces todos los hombres de su pueblo lo apedrearán hasta la muerte. Deben eliminar el mal de entre ustedes, y todo israelita se enterará y tendrá miedo.