Luego dio órdenes: “Nadie debe llevar el Arca de Dios, excepto los levitas, porque el Señor mismo los eligió para llevar el Arca del Señor y servirle para siempre”.
Estos eran los descendientes de Leví por familias, los jefes de familia enumerados individualmente por su nombre: los que tenían veinte años o más y servían en la casa del Señor.
Cuando llegue el momento de trasladar el Tabernáculo, los levitas lo bajarán, y cuando llegue el momento de acampar, los levitas lo levantarán. Cualquier forastero que se acerque al Tabernáculo debe ser condenado a muerte.
“El Tabernáculo de Reunión que está en el centro del campamento acompañará a los levitas. Deben marchar en el mismo orden en que levantaron el campamento, cada uno en el lugar que le corresponde, bajo su bandera.