Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Nehemías 9:1

Versión Biblia Libre

El día veinticuatro de este mismo mes, los israelitas se reunieron, ayunando y vistiendo de cilicio, con polvo en la cabeza.

Ver Capítulo Copiar

22 Referencias Cruzadas  

Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl. Sus ropas estaban rasgadas y traía polvo sobre la cabeza. Y cuando se acercó a David, se inclinó ante él y se postró en el suelo en señal de respeto.

Josafat tuvo miedo y fue a preguntar al Señor qué hacer. También ordenó a todos los habitantes de Judá que ayunaran.

El día veintitrés del mes séptimo, Salomón envió al pueblo a su casa. Todavía estaban celebrando y muy contentos por la bondad que el Señor había mostrado a David, a Salomón y a su pueblo Israel.

En el canal de Ahava convoqué un ayuno para confesar nuestros pecados ante Dios y pedirle un viaje seguro para nosotros y nuestros hijos, junto con todas nuestras posesiones.

Así que ayunamos y pedimos a Dios que nos protegiera, y él respondió a nuestras oraciones.

El primer día del séptimo mes, el sacerdote Esdras llevó la Ley ante la asamblea, hombres y mujeres, y todos los niños que podían escuchar y entender.

“Haz que todos los judíos de Susa se reúnan y ayunen por mí. No coman ni beban nada durante tres días y tres noches. Yo y mis doncellas también ayunaremos. Después iré a ver al rey, aunque sea contra la ley, y si muero, que muera”.

Cuando el decreto y las órdenes del rey llegaron a todas las provincias, los judíos se pusieron a llorar con terrible angustia. Ayunaron, lloraron y se lamentaron, y muchos se acostaron con saco y ceniza.

Cuando vieron a Job de lejos, apenas lo reconocieron. Prorrumpieron en fuertes lamentos, se rasgaron las vestiduras y arrojaron polvo al aire sobre sus cabezas.

En ese momento el Señor, el Señor Todopoderoso, los invitaba a llorar y lamentarse; a que se afeitaran la cabeza y se vistieran de cilicio.

“Ahora pues”, dice el Señor, “Vengan a mi cuando aún hay tiempo. Vuelvan a mi de todo corazón, con oración y ayuno.

“Di a los israelitas que la fiesta de los tabernáculos para honrar al Señor comienza el día quince del séptimo mes y dura siete días.

“Celebrarán una fiesta en honor del Señor durante siete días, el día quince del séptimo mes, una vez que hayas cosechado sus cosechas. El primer día y el octavo día son sábados de completo descanso.

Entonces Josué rasgó sus ropas y cayó de bruces al suelo delante del Arca del Señor hasta la noche. Los ancianos hicieron lo mismo, y él y los ancianos se echaron polvo en la cabeza.

“Le daré poder a mis dos testigos, y profetizarán durante 1.260 días, vestidos de silicio”.

Entonces todos los israelitas y todo su ejército fueron a Betel y se sentaron allí a llorar ante el Señor. Ese día ayunaron hasta la noche y dieron holocaustos y ofrendas de comunión al Señor.

Un hombre de la tribu de Benjamín huyó aquel día de la batalla hasta Silo. Su ropa estaba rota y tenía tierra en la cabeza.

Una vez reunidos en Mizpa, sacaron agua y la derramaron ante el Señor. Ese día ayunaron y reconocieron: “Hemos pecado contra el Señor”. Y Samuel se convirtió en el líder de los israelitas en Mizpa.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos