Dieron para el servicio de la casa de Dios 5.000 talentos y 10.000 dáricos de oro, 10.000 talentos de plata, 18.000 talentos de bronce y 100.000 talentos de hierro.
Algunos de los jefes de familia hicieron contribuciones voluntarias para el trabajo. El gobernador entregó a la tesorería 1.000 dáricos de oro, 50 cuencos y 530 conjuntos de ropa para los sacerdotes.