e incluso has dispuesto que los profetas de Jerusalén anuncien por ti: ‘Hay un rey en Judá’. El rey pronto se enterará de esto. Así que ven, y hablemos de esto”.
Nadie quiere justicia, nadie alega su caso con honestidad. Se apoyan en falsos testimonios y dicen mentiras. Conciben planes malvados, y dan a luz problemas.
Los dos reyes, con malas intenciones, se dirán mentiras mientras se sientan juntos a la misma mesa. Pero sus maquinaciones son inútiles: el final llegará en el momento previsto.
El padre de ustedes es el Diablo, y ustedes aman seguir los deseos malos de él. Él fue un asesino desde el principio. Nunca estuvo de parte de la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando él miente, revela su verdadero carácter, porque él es un mentiroso y padre de mentiras.
“Yo estoy ante la corte del César para ser juzgado, justo donde debería estar”, respondió Pablo. “No le he hecho nada malo a los judíos, como bien lo saben.