Así que envié mensajeros para decirles: “Estoy ocupado con un trabajo importante y no puedo bajar. ¿Por qué voy a dejar lo que estoy haciendo para venir a verlos a ustedes?”
Así que posicioné a los defensores detrás de las secciones más bajas y vulnerables de la muralla. Les hice tomar sus posiciones por familias, armados con sus espadas, lanzas y arcos.