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Referencias Cruzadas
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Nehemías 2:5

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“Si le agrada a Su Majestad, y si está contento conmigo, le pido que me envíe a Judá, a la ciudad donde están enterrados mis antepasados, para que pueda reconstruirla”.

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12 Referencias Cruzadas  

Joab se inclinó con el rostro hacia el suelo en señal de respeto y bendijo al rey. “Hoy”, dijo Joab, “yo, tu siervo, sé que me apruebas, Su Majestad, porque has concedido mi petición”.

“Por lo tanto, si Su Majestad lo desea, autorice que se haga una búsqueda en los archivos reales de Babilonia para descubrir si hay un registro de que el rey Ciro emitió un decreto para reconstruir el Templo de Dios en Jerusalén. Entonces, por favor, háganos saber la decisión de Su Majestad en este asunto”.

“¿Y qué quieres?” , me preguntó el rey. Oré al Dios del cielo, y le respondí al rey:

El rey, con la reina sentada a su lado, me preguntó: “¿Cuánto tiempo durará tu viaje y cuándo volverás?” El rey aceptó enviarme, y le dije cuánto tiempo estaría fuera.

“Si le place a Su Majestad, emita un decreto real, de acuerdo con las leyes de Persia y de Media que no pueden ser cambiadas, para que Vasti sea desterrada de la presencia del rey Jerjes, y para que Su Majestad le dé su posición real a otra, una que sea mejor que ella.

Si el rey me mira con buenos ojos, y si le place a Su Majestad conceder mi petición y hacer lo que pido, que el rey y Amán vengan a una cena que les prepararé. Mañana responderé a la pregunta de Su Majestad”.

La reina Ester respondió: “Si el rey me mira con buenos ojos, y si le place a Su Majestad concederme la vida, eso es lo que pido; y la vida de mi pueblo, eso es lo que pido.

Ester le dijo: “Si le place a Su Majestad, y si me ve con buenos ojos, y si el rey cree que es lo correcto, y si se complace conmigo, que se emita una orden que revoque las cartas enviadas por Amán, hijo de Hamedata, el agagueo, con su artero plan para destruir a los judíos en todas las provincias del rey.

Así tendrás buena reputación y serás apreciado por Dios y la gente.

Tienes que saber y comprender que desde el momento en que se da la orden de restaurar y reconstruir Jerusalén, hasta que el Mesías, transcurrirán siete semanas más sesenta y dos semanas. Se construirá con calles y defensas, a pesar de los tiempos difíciles.

“¡Qué desastre viene sobre ustedes, maestros religiosos y Fariseos hipócritas! Son como sepulcros blanqueados, que se ven bien por fuera, pero por dentro están llenos de esqueletos y todo tipo de putrefacción.

“Gracias por ser tan bueno conmigo, señor” – respondió ella – “Me has tranquilizado al hablarme con amabilidad. Ni siquiera soy uno de tus siervos”.




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