Todo esto es el resultado de la prostitución de Nínive, la prostituta, la bella amante con sus mortales encantos con los que seduce a las naciones a la esclavitud por su esclavitud y hechicería.
Ahora escucha esto, mujer sensual, sentado ahí tan seguro de ti mismo, diciéndote: “Soy supremo—no hay nadie más que yo. Nunca seré viuda ni experimentaré la pérdida de mis hijos”.
¡Pero ambas cosas te ocurrirán en rápida sucesión! En un solo día perderás a tus hijos y te convertirás en viuda. Tendrás esta experiencia en su totalidad, a pesar de toda tu brujería, a pesar de todos tus hechizos mágicos.
Nunca más brillará una lámpara en ti. Nunca más se escucharán las voces del novio y la novia en ti. Tus comerciantes dirigían el mundo. Por tu brujería fueron engañadas todas las naciones.
Los reyes de la tierra que habían cometido adulterio con ella y consintieron sus lujos, llorarán y se lamentarán por ella cuando vean el humo del fuego que la destruye.