Con fidelidad le darás tu verdad al pueblo de Jacob, y tu amor al pueblo de Abraham, tal como se lo prometiste a nuestros padres hace mucho tiempo atrás.
Y oró: “Gracias Señor, Dios de mi señor Abraham”. “No has olvidado tu promesa y tu fidelidad con mi señor. ¡Y Señor, tú me has guiado directamente al hogar de los familiares de mi señor Abraham!”
No merezco todo el amor y la fidelidad que has mostrado a tu siervo. Crucé el Jordán hace años con sólo mi bastón, y ahora tengo dos grandes campamentos.
Si escuchas estas preceptos y te preocupas por cumplirlas, entonces el Señor tu Dios cumplirá su acuerdo y el amor fiel que les prometió a tus antepasados.
Pero como el Señor los amó y cumplió la promesa que hizo a sus antepasados, los sacó con su poder y los rescató de la cárcel de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto.