“Ve y llama a todos los ancianos de Israel para que se reúnan contigo. Diles: ‘El Señor, el Dios de tus padres, se me ha aparecido, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Él dijo: He prestado mucha atención a lo que te ha pasado en Egipto.
Sus dirigentes son rebeldes, amigos de ladrones. A todos les gustan los sobornos y quieren recibir sobornos. No defienden los derechos de los huérfanos, y se niegan a ayudar a las viudas.
Deben enseñar a mi pueblo la diferencia entre lo que es santo y lo que es común, y explicarle cómo distinguir entre lo que es limpio y lo que es impuro.
Este es el mensaje que el Señor le dio a Miqueas de Moreset, en los tiempos en que Jotam, Ajaz y Ezequías fueron reyes de Judá. Esto es lo que él vio respecto a Samaria y Jerusalén.
Entonces dije: “Por favor, escuchen, líderes de los descendientes de Jacob, pueblo de Israel. Ustedes deben saber la diferencia entre el bien y el mal,