Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Mateo 8:20

Versión Biblia Libre

“Los zorros tienen guaridas y las aves silvestres tienen nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostarse y descansar”, le dijo Jesús.

Ver Capítulo Copiar

35 Referencias Cruzadas  

Los pájaros construyen sus nidos entre los árboles al lado de las corrientes de agua, cantando entre el follaje.

Los gorriones se anidan ahí; las garzas hacen sus nidos en los más altos árboles.

Porque estoy pobre y necesitado, y mi corazón se rompe.

Mientras tanto yo, soy un pobre y estoy necesitado. Que el Señor piense en mí. ¡Ayúdame! ¡Sálvame! ¡No esperas más, Dios mío!

Pero yo estoy sufriendo y tengo mucho dolor. Por favor, Señor, sálvame y guárdame.

Señor Todopoderoso, mi Dios y mi rey, hasta un gorrión encuentra refugio ahí, y una golondrina construye un nido donde pueda criar a sus polluelos cerca de tu altar.

Mientras seguía observando en mi visión que tuve aquella noche, vi a uno como un hijo de hombre que venía con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano de los Días y fue conducido a su presencia.

Aquellos que digan algo en contra del Hijo del hombre serán perdonados, pero aquellos que digan algo contra el Espíritu Santo no serán perdonados, ni en esta vida ni en la siguiente.

“De la misma manera que Jonás estuvo en el vientre de un gran pez durante tres días y tres noches, el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra por tres días y tres noches.

Porque el Hijo del hombre es Señor del Sábado”.

“El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre”, les explicó Jesús.

Cuando llegó a la región de Cesarea de Filipo, Jesús le preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?”

Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, junto con sus ángeles. Entonces le dará a cada uno lo que merece conforme a lo que haya hecho.

Cuando descendieron de la montaña, Jesús les dio instrucciones precisas: “No le digan a nadie lo que vieron hasta que el Hijo del hombre se haya levantado de entre los muertos”, les dijo.

Jesús respondió: “Les digo la verdad: cuando todo sea hecho de nuevo y el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido también se sentarán en tronos, y serán jueces de las doce tribus de Israel.

Si ustedes sienten vergüenza de reconocerme a mí y lo que yo digo entre este pueblo infiel y pecaminoso, entonces el Hijo del hombre se avergonzará de ustedes cuando venga con la gloria de su Padre, con los santos ángeles”.

“Les aseguro que aquellos que declaran que me pertenecen, el Hijo del hombre también dirá que le pertenecen, delante de los ángeles de Dios.

No. Les aseguro que Él les hará justicia con prontitud. Sin embargo, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará personas en la tierra que tengan fe en él?”

Lo reconocerán por esta señal: encontrarán al niño envuelto en tiras de tela y acostado en un pesebre”.

Se apresuraron y encontraron a María, a José y al bebé, el cual estaba acostado en el pesebre.

Y tendro su primer hijo. Lo envolvió en tiras de tela y lo puso en un pesebre porque la posada no tenía más habitaciones disponibles.

Manténganse despiertos y oren, para que puedan escapar de todas las cosas que sucederán y estén en pie ante el Hijo del hombre”.

Juana, la esposa de Chuza, quien era el administrador de Herodes; Susana; y muchas otras que contribuían con sus recursos personales.

Entonces Jesús le dijo al hombre: “Las zorras tienen sus guaridas, y las aves silvestres tienen sus nidos, pero el Hijo del hombre ni siquiera tiene un lugar donde recostar su cabeza”.

Luego Jesús dijo: “Les digo la verdad: verán el cielo abierto, y los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre”.

La multitud respondió: “la Ley nos dice que el Mesías vivirá para siempre, ¿cómo puedes decir tú que el Hijo del hombre debe ser ‘levantado’? ¿Quién es este ‘Hijo del hombre’?”

Después que Judas se fue, Jesús dijo: “Ahora el Hijo del hombre es glorificado, y por medio de él, Dios es glorificado.

Nadie ha subido al cielo, sino que el Hijo del hombre descendió del cielo.

Del mismo modo que Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del hombre,

No se preocupen por la comida que perece, sino concéntrense en la comida que permanece, la de la vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre, porque Dios el Padre ha colocado su sello de aprobación en él”.

Jesús les dijo: “Les diré la verdad, a menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no podrán vivir realmente.

¿Qué tal si tuvieran que ver al Hijo del hombre ascender a donde estaba antes?

“Miren”, dijo él, “Veo el cielo abierto, y al Hijo del Hombre a la diestra de Dios”.

Porque ustedes conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Que aunque era rico, se volvió pobre por ustedes, a fin de que a través de su pobreza ustedes pudieran llegar a ser ricos.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos