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Referencias Cruzadas
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Mateo 7:22

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Muchos me dirán el día del juicio: ‘Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos, nos sacamos demonios e hicimos muchos milagros en tu nombre?’

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23 Referencias Cruzadas  

Los que miran con arrogancia serán abatidos; los soberbios serán humillados. En ese día sólo el Señor será exaltado.

Los arrogantes serán abatidos, y los orgullosos serán humillados. En ese día sólo el Señor será exaltado.

“Esta es la profecía de Balaam, hijo de Beor, la profecía de un hombre que ve con los ojos bien abiertos, la profecía de uno que oye las palabras de Dios, que ve la visión dada por el Todopoderoso, que se inclina con respeto con los ojos abiertos.

Entre los muertos estaban los cinco reyes de Madián, Evi, Rekem, Zur, Hur y Reba. También mataron a Balaam, hijo de Beor, con la espada.

Les digo la verdad: ¡Mejor será el Día del Juicio para Sodoma y Gomorra que para esa ciudad!

“Pero nadie sabe el día ni la hora en que esto ocurrirá, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo. Solo el Padre lo sabe.

Las otras jóvenes llegaron más tarde. ‘Señor, Señor’, llamaron, ‘¡ábrenos la puerta!’

“No todo el que me dice ‘Señor, Señor’ entrará al reino de los cielos, sino solo aquellos que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

“Les aseguro que en el Día del Juicio será mejor la suerte de Sodoma que la de esa ciudad.

Él no decía esto por su propia cuenta, sino que como Sumo sacerdote en ese año, él estaba profetizando que Jesús moriría por la nación.

Pero ustedes, hermanos y hermanas, no están en tinieblas respecto a esto, de modo que no serán tomados por sorpresa cuando venga como ladrón en el Día del Juicio.

el día que él venga a recibir gloria de su pueblo, admirado por todos los que confían en él. Esto los incluye a ustedes, porque ustedes se convencieron de lo que les predicamos.

Esa también es una razón por la cual sufro todas estas cosas, pero no me avergüenzo, porque sé en quién he confiado. Estoy seguro de que él puede cuidar de lo que le he confiado hasta el Día de su regreso.

Que el Señor le otorgue su bendición en el Día del Juicio. (Timoteo, tu eres muy consciente de cuántas cosas Onesíforo hizo por mi cuando estuve en Éfeso).

Ahora tengo un premio reservado, la corona de la vida, conforme a lo que es justo. El Señor, (que es el juez que siempre hace justicia), me dará ese premio ese Día. Y no solo a mí, sino a todos los que anhelan su venida.




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