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Referencias Cruzadas

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Mateo 6:10

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Venga tu reino. Que tu voluntad sea hecha en la tierra como se hace en el cielo.

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44 Referencias Cruzadas  

Ellos oraron: “Sólo tú eres el Señor. Tú hiciste el cielo, los cielos con todas sus estrellas, la tierra y todo lo que hay en ella, los mares y todo lo que hay en ellos. Tú les das vida a todos ellos, y todos los seres celestiales te adoran.

“Yo soy quien puso a mi rey en Sión, mi monte sagrado”.

Dios mío, estoy feliz de hacer tu voluntad, tu ley guía mis pensamientos”.

En los últimos días, la montaña donde se levanta el Templo del Señor será conocida como la más alta de todas las montañas, elevándose por encima de otras colinas. Muchos vendrán de otras naciones para visitarla.

Mira, se acerca el momento, declara el Señor, en que elegiré a un descendiente de David que haga lo correcto. Como rey gobernará con sabiduría y hará lo que es justo y correcto en todo el país.

“Durante el tiempo de estos reyes el Dios del cielo establecerá un reino eterno que nunca será destruido ni tomado por otros. Aplastará todos estos reinos, poniéndoles fin, y durará para siempre,

Todos los que viven en la tierra son como nada comparados con él. Él hace lo que quiere entre las huestes celestiales y entre los que viven en la tierra. Nadie puede retenerlo de lo que hace, ni preguntarle: “¿Qué haces?” .

Mientras seguía observando en mi visión que tuve aquella noche, vi a uno como un hijo de hombre que venía con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano de los Días y fue conducido a su presencia.

Entonces el derecho a gobernar, el poder y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo serán entregados a los consagrados al Altísimo. Su reino durará para siempre, y todos los que gobiernan le servirán y obedecerán”.

Estén felices y celebren, pueblo de Sión! ¡Grita, pueblo de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti. Él hace lo recto y trae la salvación; es humilde, viene montado sobre un asno—en realidad sobre un potro, que es la cría de un asno.

Porque los que hacen la voluntad de mi Padre celestial, ¡ellos son mi hermano, mi hermana y mi madre!”

Les digo la verdad: hay algunos aquí que no morirán antes de que vean al Hijo del hombre venir en su reino”.

Entonces se fue por segunda vez y oró. “Padre mío, si no puedes quitarme esta copa sin que yo la beba, entonces se hará tu voluntad”, dijo.

“Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca”.

Desde ese momento, Jesús comenzó a declarar su mensaje, diciendo: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca”.

“No todo el que me dice ‘Señor, Señor’ entrará al reino de los cielos, sino solo aquellos que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

¡Bendito el reino de nuestro padre David que ya se acerca! ¡Hosanna en las alturas!”

Todo aquél que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre”.

Mientras aún estaban atentos a esto, Jesús les contó un relato, porque ya estaban cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios iba a ser una realidad inmediata.

“Bendito es el rey que viene en el nombre del Señor”, gritaban. “Paz en el cielo, y gloria en lo más alto de los cielos”.

“Padre”, oraba él, “si es tu voluntad, por favor quita de mí esta copa de sufrimiento. Pero quiero hacer lo que tú quieras, no lo que yo quiero”.

Jesús les explicó: “Mi comida es hacer la voluntad de Aquél que me envió y completar su obra.

Lo que mi Padre quiere es que cualquiera que vea al Hijo y crea en Él tenga vida eterna, y yo lo levantaré en el día final”.

Cualquiera que escoge seguir la voluntad de Dios, sabrá si mi enseñanza viene de Dios o si solamente hablo por mí mismo.

Entonces Dios quitó a Saúl, y puso a David como su rey. Dios aprobó a David, diciendo: ‘He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón. Él cumplirá todos mis propósitos’.

Y como no pudo ser persuadido de lo contrario, nos dimos por vencidos y dijimos: “Que se haga la voluntad del Señor”.

“Entonces me dijo: ‘El Dios de nuestros padres te ha designado para que conozcas su voluntad, para que veas a Aquél que es verdaderamente recto, y escuches lo que él quiere decirte.

No sigan los caminos de este mundo; por el contrario, sean transformados por la renovación espiritual de sus mentes, a fin de que puedan demostrar cómo es realmente la voluntad de Dios: buena, agradable, y perfecta.

No trabajen simplemente cuando los ven o para recibir aprobación, sino trabajen como siervos de Cristo, haciendo con honestidad la voluntad de Dios,

Él nos rescató de la tiranía de las tinieblas y nos trajo al reino de su Hijo amado,

Por eso, desde que oímos de esto, seguimos orando por ustedes, pidiendo a Dios que les de entendimiento de su voluntad para ustedes y para que les conceda todo tipo de sabiduría y entendimiento espiritual.

Lo que Dios quiere es que vivan vidas santas. Así que aléjense de la inmoralidad sexual

estén agradecidos en todas las situaciones, porque esto es lo que Dios quiere que hagan en Cristo Jesús.

¿Qué son los ángeles? Son seres que sirven, que han sido enviados para ayudar a los que recibirán la salvación.

Es necesario que sean pacientes, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.

Entonces dije: ‘Dios, considera que he venido a hacer tu voluntad, tal como se dice de mí en el libro’”.

provea todo lo bueno para ustedes a fin de que puedan cumplir su voluntad. Que obre en nosotros, haciendo su voluntad, por medio de Jesucristo, a él sea la gloria por siempre y para siempre. Amén.

Dios quiere que al hacer el bien ustedes hagan callar las acusaciones ignorantes de los necios.

Ustedes no vivirán el resto de sus vidas siguiendo los deseos humanos, sino haciendo la voluntad de Dios.

Entonces el segundo ángel hizo sonar su trompeta, y desde el cielo se oyeron voces gritando, y decían “El reino del mundo se han convertido en el reino de nuestro Señor, y de Cristo, y él reinará por siempre y para siempre”.

Entonces escuché una voz fuerte en el cielo, que decía: “Ahora ha llegado la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. El Acusador de los creyentes ha sido arrojado, el que los acusa en presencia de Dios día y noche.

Entonces escuché lo que sonaba como el ruido de una gran multitud, como torrentes de agua y un gran trueno, que gritaba: “¡Aleluya! ¡Porque el Señor nuestro Dios, el Todopoderoso reina!

Entonces vi gente sentada en tronos, y se les había dado la responsabilidad de juzgar, y las almas de los que habían sido decapitados por su testimonio acerca de Jesús y por predicar la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en sus frentes ni en sus manos. Y ellos vivieron y reinaron con Cristo durante mil años.




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