Les digo que a menos que la justicia de ustedes no sea mayor que la justicia de los maestros religiosos y de los Fariseos, no podrán entrar nunca al reino de los cielos.
Mientras tanto, la multitud había crecido hasta llegar a ser miles, y se empujaban unos a otros. Jesús habló primero con sus discípulos. “Cuídense de la levadura de los Fariseos, de la hipocresía.