en ese momento el Señor habló por medio de Isaías, hijo de Amoz. Le dijo: “Quítate la ropa de saco de tu cuerpo y quítate las sandalias”. Isaías así lo hizo y anduvo desnudo y descalzo.
Ese día, tales profetas sentirán vergüenza de profetizar sus supuestas visiones. Pra engañar no se pondrán más sus vestiduras de profetas, hechas de pelo áspero.
Irá delante del Señor en el espíritu y el poder de Elías, para convertir los corazones de los padres a sus hijos nuevamente, y convertir a los rebeldes hacia un entendimiento recto, para preparar a un pueblo que esté listo para el Señor.
El Señor te dio el país alto para gobernar, y te alimentó con los cultivos del campo para comer. Te alimentó con miel de la roca y aceite de oliva del peñón de piedra,