Cuando el gobernador les preguntó: “¿A cuál de los dos quieren que les libere entonces?” ellos respondieron: “Barrabás”.
Has hecho que mis enemigos me eviten, haciéndome repulsivo a sus vistas. Estoy atrapado, no puedo huir.
Así que Pilato le preguntó a las multitudes que se habían reunido: “¿A quién quieren que libere: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Mesías?”
Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos convencieron a las multitudes de pedir a Barrabás, y mandar a matar a Jesús.
“¿Entonces qué hare con Jesús, el Mesías?” les preguntó. Todos gritaron: “¡Que lo crucifiquen!”
Pero cuando lo vieron venir, los granjeros debatieron entre ellos y dijeron: ‘Este es el heredero del dueño. ¡Matémoslo! Así podremos quedarnos con su herencia’.
Pilato reunió a los jefes de los sacerdotes, a los líderes y al pueblo,