“Esto es lo que dice el Señor Dios: ¡Será mucho peor cuando envíe mis cuatro severos juicios contra Jerusalén: la guerra, el hambre, los animales salvajes y las enfermedades, de modo que tanto las personas como los animales mueran!
“Habrá grandes terremotos, hambres, y enfermedades contagiosas en muchos lugares, y muchas señales extraordinarias aparecerán en el cielo, y serán aterrorizadoras.
Y uno de ellos, llamado Ágabo se puso en pie y profetizó una advertencia por medio del Espíritu que habría una hambruna terrible que afectaría a todo el mundo. (Esto se cumplió durante el reinado del Emperador Claudio).
Y cuando abrió el tercer sello, escuché a la tercera criatura viviente decir: “¡Ven!” Entonces miré y vi un caballo negro. El que lo cabalgaba sostenía una balanza en su mano.
Y escuché lo que parecía una voz de entre las cuatro criaturas vivientes, que decía: “Dos libras de trigo cuestan el salario de un día, y tres libras de cebada cuestan lo mismo. Pero no dañen el aceite ni el vino.”
Entonces miré y vi un caballo amarillo. El que lo cabalgaba se llamaba Muerte, y lo seguía el Hades. Ellos recibieron autoridad sobre una cuarta parte de la tierra para matar gente a filo de espada, con hambre, plagas y por medio de bestias salvajes.