Mateo 21:3

Versión Biblia Libre

Si alguien les pregunta qué hacen, solo díganle: ‘El Señor los necesita’, y ellos los enviarán de inmediato”.

Referencias Cruzadas

1 Reyes 17:9

“Vete de aquí y vete a Sarepta, cerca de Sidón, y quédate allí. He dado instrucciones a una viuda de allí para que te proporcione comida”.

Esdras 1:1

Para que se cumpliera la profecía del Señor dada a través de Jeremías, el Señor animó a Ciro, rey de Persia, a emitir una proclama en todo su reino y también a ponerla por escrito, diciendo:

Esdras 1:5

Entonces Dios animó a los jefes de familia de Judá y Benjamín, así como a los sacerdotes y a los levitas, a ir y reconstruir el Templo del Señor en Jerusalén.

Esdras 7:27

Alabado sea el Señor, el Dios de nuestros antepasados, que puso en la mente del rey honrar así el Templo del Señor en Jerusalén,

Salmos 24:1

La tierra es del Señor, y todo lo que está en ella le pertenece a Él. El mundo es suyo, y todos los que viven en él.

Mateo 21:2

y les dijo: “Vayan a la aldea. Apenas lleguen, encontrarán allí un asno amarrado junto a un pollino Desamárrenlos y tráiganmelos.

Mateo 21:4

Esto cumplía lo que el profeta dijo:

Juan 17:2

Porque tú le has dado autoridad sobre todas las personas para que él pueda darle vida eterna a todos los que tú le has entregado.

Juan 3:35

El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.

Hechos 17:25

Él no necesita que le sirvamos, como si él necesitara de alguna cosa, porque él es la fuente de vida de todo ser vivo.

2 Corintios 8:16

Gracias a Dios que le dio a Tito la misma devoción que yo tengo por ustedes.

2 Corintios 8:9

Porque ustedes conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Que aunque era rico, se volvió pobre por ustedes, a fin de que a través de su pobreza ustedes pudieran llegar a ser ricos.

Santiago 1:17

Todo lo que es bueno, todo don perfecto, viene de arriba, y desciende del Padre que hizo las luces del cielo. A diferencia de ellas, él no cambia, él no varía ni arroja sombras.

1 Samuel 10:26

Saúl también regresó a su casa en Guibeá, acompañado de los guerreros a quienes Dios había convencido para que lo ayudaran.