“¿Cuáles?” preguntó el hombre. “No mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio,
Ya conoces los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no engañarás, honra a tu padre y a tu madre…”
Ya conoces los mandamientos: no cometas adulterio, no mates, no robes, no des falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre”.
Todos los que dependen del cumplimiento de la ley están bajo maldición, porque como dice la Escritura: “Maldito es todo aquél que no guarda cuidadosamente todo lo que está escrito en el libro de la ley”.