Si tu mano o tu pie te hacen pecar, córtalo y bótalo. Es mejor que entres a la vida eterna siendo paralítico o cojo, que tener dos manos o dos pies y ser lanzado al fuego eterno.
“¿Por qué me preguntas a mi lo que es bueno?” respondió Jesús. “Solo hay uno que es bueno. Pero si quieres tener vida eterna, entonces guarda los mandamientos”.
Pero yo les digo: cualquiera que está enojado con su hermano será condenado como culpable. Cualquiera que llama a su hermano ‘idiota’ tiene que dar cuenta ante el concilio, y cualquiera que insulta a la gente, de seguro irá al fuego de Gehena”.
Si tu ojo derecho te lleva a pecar, entonces sácalo y bótalo, porque es mejor perder una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea lanzado en el fuego de Gehena.
Entonces animaron a los creyentes a mantenerse firmes y a seguir creyendo en Jesús. “Tenemos que pasar por muchas pruebas para entrar al reino de Dios”, decían.