Si la sentencia por matar a Caín era de ser castigado siete veces más, entonces si alguien me mata a mí, el castigo debería ser setenta y siete veces más”.
Los malvados deben cambiar sus costumbres y dejar de pensar en hacer algo malo. Deben volverse al Señor para que él tenga misericordia de ellos. Vuelvan a nuestro Dios, porque él es generoso con su perdón.
Pero cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenle, para que así el Padre, que está en el cielo, también pueda perdonar los pecados de ustedes”.
Sean pacientes unos con otros, perdonen a otros entre ustedes si hay algún agravio de uno contra otro. Así como el Señor los perdonó a ustedes, hagan lo mismo.