Ustedes deben ir a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
“Yo fui enviado únicamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel”, le dijo Jesús a la mujer.
¿Qué piensan ustedes? Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, ¿acaso no dejará él las noventa y nueve en la colina e irá en búsqueda de la que está perdida?
Cuando Jesús escuchó la pregunta, respondió: “Los que están sanos no necesitan de un médico, pero los que están enfermos, sí.
porque este es mi hijo que estaba muerto, pero que ha regresado a la vida; estaba perdido, pero ahora ha sido encontrado’. Y comenzaron a celebrar.
¡Pero deberías estar feliz y celebrar! ¡Este es tu hermano que estaba muerto, pero ha vuelto a vivir; estaba perdido pero lo hemos encontrado!’”
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos”.
Entonces siguieron hasta la siguiente aldea.
El ladrón solo viene a robar, matar y destruir. Yo he venido para traerles vida, una vida abundante.
Yo no juzgo a ninguno que escucha mis palabras y no hace lo que yo digo. Yo vine a salvar al mundo, no a juzgarlo.
Dios no envió al Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvar al mundo por medio de él.
Este es un dicho confiable que todos deberían aceptar: “Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores”, y yo soy el peor de ellos.