Entonces los discípulos se dieron cuenta de que Jesús se estaba refiriendo a Juan el Bautista.
Si ustedes están listos para creerlo, él es Elías, el que debía venir.
pero déjenme decirles que Elías ya vino y sin embargo la gente no reconoció quién era él. Hicieron con él todo lo que quisieron. De la misma manera, el Hijo del hombre también sufrirá en manos de ellos”.
Cuando se aproximaban a la multitud, un hombre llegó y se arrodilló delante de Jesús.
Tiempo después, apareció en escena Juan el Bautista, predicando en el desierto de Judea: