‘No,’ respondió él, ‘al arrancar la maleza podrían arrancar de raíz el trigo también.
Pero mientras sus trabajadores dormían, llegó un enemigo y sembró maleza encima del trigo. Y se fueron.
“‘Algún enemigo hizo esto’, respondió él. ‘¿Quieres que vayamos y arranquemos la maleza?’ le preguntaron.
Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces le diré a los segadores: reúnan primero la maleza, átenla en bultos y quémenlos. Luego reúnan el trigo y almacénenlo en mi granero’”.