Ahora les ruego, mis hermanos creyentes: cuídense de los que causan discusiones y confunden a las personas de la enseñanza que han aprendido. ¡Aléjense de ellos!
En lugar de ello tratamos de demostrar que somos buenos siervos de Dios en todas las formas posibles. Con mucha paciencia soportamos todo tipo de problemas, dificultades y angustias.
¡Adúlteros! ¿No se dan cuenta que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios? Los que quieren ser amigos del mundo se convierten en enemigos de Dios.