pero les decía que no dijeran quién era él.
Esto cumplió lo que dijo el profeta Isaías:
Cuando descendieron de la montaña, Jesús les dio instrucciones precisas: “No le digan a nadie lo que vieron hasta que el Hijo del hombre se haya levantado de entre los muertos”, les dijo.
“Asegúrate de no contárselo a nadie”, le dijo Jesús. “Ve y preséntate ante el sacerdote y da la ofrenda que Moisés ordenó, como evidencia pública”.
Y ellos pudieron ver. Jesús les advirtió: “Asegúrense de que nadie sepa esto”.
Mientras tanto, Jesús regresó al Mar, y una gran multitud lo seguía. Había gente de Galilea,
Entonces Jesús dio órdenes estrictas de no contarlo a nadie, pero cuanto más él decía esto, tanto más la gente difundía la noticia.