Y ¿qué decir de ti, Capernaúm? ¿Serás exaltada hasta el cielo? No, ¡Tú irás al Hades! Si los milagros que hice entre ustedes hubieran sido hechos en Sodoma, aún hoy existiría Sodoma.
¡Cómo ha extendido el Señor la nube de su ira sobre la Hija de Sión! Ha derribado la gloria de Israel del cielo a la tierra. Ha abandonado su Templo desde el momento en que se enojó.
Te haré descender con los que se dirigen a la tumba para reunirte con los pueblos de antaño. Te haré vivir bajo la tierra como las ruinas del pasado junto con los que han bajado a la tumba, de modo que nadie vivirá en ti y no tendrás lugar en la tierra de los vivos.
“Esto fue para que ningún otro árbol que creciera junto al agua creciera tan alto y sus copas alcanzaran las nubes. Esto fue para que ningún otro árbol, por más agua que tuviera, fuera tan alto como ellos, pues todos morirán y bajarán a la tierra, como los seres humanos que bajan a la tumba.
“Hijo de hombre, llora por todos los numerosos egipcios. Envíalos junto con la gente de las naciones poderosas a las profundidades de la tierra con los que bajan a la tumba.
“Elam está allí con toda su gente alrededor de su tumba. Todos ellos murieron de forma violenta, asesinados por la espada. Bajaron a la tumba, esta gente pagana que una vez aterrorizó a otros cuando estaban vivos. Son deshonrados, junto con todos los demás que descienden a la tumba.
Cuando llegaron a Capernaúm, los que estaban encargados de recolectar el impuesto de medio siclo en el Templo, vinieron donde estaba Pedro y le preguntaron: “Tu maestro paga el medio siclo, ¿no es así?”
Jesús respondió: “Estoy seguro de que ustedes me repetirán este proverbio: ‘Médico, ¡cúrate a ti mismo!’ y preguntarán: ‘¿Por qué no haces aquí en tu propia ciudad lo que oímos que hiciste en Capernaúm?’
Del mismo modo, Sodoma y Gomorra, y las naciones cercanas que practicaban la inmoralidad y perversión sexual, son presentadas como ejemplo de aquellos que experimentan el castigo del fuego eterno.
Sus cuerpos muertos yacerán a las afueras de la gran ciudad, que se llama Sodoma y Egipto, en simbología espiritual, también es el sitio donde el Señor fue crucificado.
El mar entregó a los muertos que estaban en él, y la muerte y el Hades entregaron a los que estaban en ellos, y todos eran juzgados conforme a lo que habían hecho.
Entonces miré y vi un caballo amarillo. El que lo cabalgaba se llamaba Muerte, y lo seguía el Hades. Ellos recibieron autoridad sobre una cuarta parte de la tierra para matar gente a filo de espada, con hambre, plagas y por medio de bestias salvajes.