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Referencias Cruzadas
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Mateo 11:11

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Les digo la verdad, y es que entre la humanidad, no hay ninguno más grande que Juan el Bautista, pero incluso el menos importante en el reino de los cielos es más grande que él.

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31 Referencias Cruzadas  

“La vida es corta y está llena de problemas,

¿Quién puede sacar algo limpio de lo impuro? Nadie.

¿Quién puede decir que está limpio? ¿Qué ser humano puede decir que hace lo correcto?

¿Cómo puede un ser humano ser justo ante Dios? ¿Puede alguien nacido de mujer ser puro?

Es verdad que nací siendo culpable, pecador desde el momento en que fui concebido.

La luna brillará tanto como el sol, y el sol brillará siete veces más, como si hubiera siete días de luz en uno. Así será cuando el Señor venda las lesiones de su pueblo y sane las heridas que le causó.

Ese día el Señor pondrá un escudo protector alrededor del pueblo de Jerusalén para que hasta el más torpe sea un guerrero hábil como David, y la casa de Davod será como Dios, como el ángel del Señor que los guía.

Él es de quien habló la Escritura: ‘Yo envío a mi mensajero por anticipado. Él preparará el camino para ti’.

Desde los tiempos de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sigue estando bajo ataque y personas violentas están tratando de apoderarse de él a la fuerza.

Tiempo después, apareció en escena Juan el Bautista, predicando en el desierto de Judea:

“Sí, yo los bautizo en agua para mostrar arrepentimiento, pero después de mi viene uno que es más grande que yo. Yo no soy siquiera digno de quitar sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.

De manera que cualquiera que desprecia el mandamiento menos importante, y enseña a las personas a hacer lo mismo, será considerado como el menos importante en el reino de los cielos; pero cualquiera que practica y enseña los mandamientos será considerado grande en el reino de los cielos.

Él será grande a la vista del Señor. Se negará a beber vino o cualquier otra bebida alcohólica. Estará lleno del Espíritu Santo incluso antes de nacer.

“¡Yo les digo a ustedes, ningún hombre nacido de mujer es más grande que Juan, pero incluso es menos importante en el reino de Dios es más grande que él!”

Entonces les dijo: “Todo aquél que acepta a este niño en mi nombre, me acepta a mí, y todo aquél que me acepta a mí, acepta al que me envió. El menos importante entre todos ustedes es el más importante”.

Juan dio su testimonio acerca de él, exclamando al pueblo: “Este es del cual yo les hablaba cuando les dije: ‘El que viene después de mi es más importante que yo, porque antes de que yo viviera, ya él existía’”.

Él viene después de mí, pero yo ni siquiera soy digno de desabrochar sus sandalias”.

Muchas personas llegaron donde él estaba, y decían: “Juan no hizo milagros, pero todo lo que él dijo acerca de este hombre se ha hecho realidad”.

Él debe volverse más importante, y yo debo volverme menos importante”.

Juan fue como una lámpara resplandeciente, y ustedes estuvieron dispuestos a disfrutar de su luz por un tiempo.

Él se refería al Espíritu que recibirían aquellos que creyeran en él. El Espíritu aún no se había enviado porque todavía Jesús no había sido glorificado.

Porque soy el menos importante de todos los apóstoles, ni siquiera adecuado para ser llamado apóstol, siendo que perseguí a la iglesia de Dios.

De modo que si tienen que juzgar cosas que tienen que ver con esta vida, ¿cómo es que pueden ir ante los jueces que no son respetados por la iglesia?

Todos una vez fuimos así, y nuestra conducta estaba determinada por los deseos de nuestra naturaleza humana pecaminosa y nuestros malos pensamientos. Como todos los demás, en nuestra naturaleza éramos hijos de la ira.

Esta gracia me fue dada a mí, al menos importante de todos los cristianos, con el fin de compartir con los extranjeros el increíble valor de Cristo,

Él nos dio esta gracia en Cristo Jesús antes del principio de los tiempos, y ahora está revelada en la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús. Él destruyó la muerte, dejando en evidencia la vida y la inmortalidad por medio de la buena noticia.

Él nos ha dado algo aún mejor, para que ellos no llegaran a la plenitud sin nosotros.

La salvación que buscaban y de la cual investigaban los profetas cuando hablaban de la gracia que estaba preparada para ustedes.

“En consecuencia, esta es la declaración del Señor: Hice la promesa definitiva de que tu familia y la de tu padre me servirían siempre como sacerdotes. Pero ahora el Señor declara: ¡Ya no más! En cambio, honraré a los que me honran, pero trataré con desprecio a los que me desprecian.




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