Mateo 10:19

Versión Biblia Libre

Pero cuando ellos los lleven a juicio, no se preocupen por la manera como deben hablar o por lo que deben decir, porque a ustedes se les dirá lo que deben decir en el momento correcto.

Referencias Cruzadas

Éxodo 4:12

Ahora ve, y yo mismo seré tu boca, y te diré lo que debes decir”.

Éxodo 4:15

Habla con él y dile qué decir. Yo seré tu boca y la suya, y te diré lo que debes hacer.

Jeremías 1:7

“No digas que eres demasiado joven”, me dijo el Señor. “Ve a todos los lugares que yo te mande. Diles todo lo que te ordeno que digas.

Jeremías 1:9

El Señor extendió su mano, me tocó la boca y me dijo “Mira, he puesto mis palabras en tu boca.

Mateo 10:18

Ustedes serán arrastrados ante gobernantes y reyes por mi causa, para dar testimonio a ellos y a los gentiles.

Mateo 6:25

“Por eso les digo que no se preocupen por sus vidas. No se preocupen por lo que van a comer, o por lo que van a beber, o por la ropa con la que van a vestir. ¿Acaso no es la vida más importante que la comida, y el cuerpo más que la ropa?

Mateo 6:31

Así que no se preocupen diciendo ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o ‘¿Qué vestiremos?’

Mateo 6:34

Así que no se preocupen por el día de mañana, porque el mañana puede preocuparse por sí mismo. Cada día trae su propio mal.

Lucas 12:11

“Cuando sean llevados para ser juzgados en las sinagogas, ante los gobernantes, y las autoridades, no tengan miedo sobre cómo van a defenderse, o lo que dirán.

Lucas 12:12

El Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que es importante que digan”.

Hechos 6:10

Pero estas personas no podían enfrentarse a la sabiduría de Esteban ni al Espíritu con el que hablaba.

Filipenses 4:6

No se preocupen por nada, sino oren a Dios por todas las cosas, y explíquenle lo que necesitan, y agradézcanle por todo lo que él hace.

2 Timoteo 4:17

Pero el Señor estuvo conmigo y me dio fuerzas para declarar todo el mensaje, de modo que los extranjeros pudieron oírlo. ¡Fui rescatado de la boca del león!

Santiago 1:5

Si alguno de ustedes necesita sabiduría, pídala a Dios, que da a todos generosamente y sin retenciones.