Marcos 9:18

Versión Biblia Libre

Cada vez que lo ataca, lo tira al suelo, y lo hace botar espuma por la boca, cruje sus dientes y su cuerpo se pone rígido. Le pedí a tus discípulos que sacaran este demonio de él, pero ellos no pudieron hacerlo”.

Referencias Cruzadas

Job 16:9

Me ha desgarrado en su cólera; en su hostilidad ha rechinado los dientes contra mí; mi enemigo me atraviesa con su mirada feroz.

Salmos 112:10

Mas los impíos mirarán todo esto y se enojarán; rechinarán sus dientes con ira. Se consumirán, y todo lo que esperaban vendrá a ser nada.

Mateo 15:22

Una mujer cananea de ese lugar vino gritando: “¡Señor, Hijo de David! ¡Por favor, ten misericordia de mi, pues mi hija sufre grandemente porque está poseída por un demonio!”

Mateo 17:16

Lo traje ante tus discípulos pero ellos no pudieron sanarlo”.

Mateo 8:12

Pero los herederos del reino serán lanzados a la oscuridad absoluta, donde habrá lamento y crujir de dientes”.

Marcos 11:23

“Créanme cuando les digo que si ustedes le dijeran a esta montaña: ‘Vete de aquí y lánzate al mar,’ y no dudan en sus corazones, sino que están convencidos de lo que están pidiendo, ¡entonces así pasará!

Marcos 9:17

Una de las personas de la multitud respondió: “Maestro, te traje a mi hijo. Él tiene un espíritu malo que no lo deja hablar.

Marcos 9:19

“¡Pueblo incrédulo!” respondió Jesús. “¿Por cuánto tiempo debo permanecer aquí con ustedes? ¿Por cuánto tiempo tengo que soportarlos? ¡Tráiganmelo aquí!”

Marcos 9:20

Así que ellos lo trajeron donde Jesús. Cuando el espíritu malo vio a Jesús, de inmediato le produjo convulsiones al joven y lo lanzó al suelo, donde este comenzó a rodar de un lado al otro y a botar espuma por la boca.

Marcos 9:26

El espíritu gritó y lanzó al joven al piso, causándole graves convulsiones. Entonces salió del joven y lo dejó casi muerto, al punto que muchas de las personas decían: “Está muerto”.

Hechos 7:54

Cuando oyeron esto, los miembros del concilio se enfurecieron, y le hacían gruñidos, crujiendo sus dientes.

Judas 1:13

Son olas violentas del océano, que arrojan la espuma de su propia desgracia. Son estrellas falsas, condenadas para siempre a la más negra oscuridad.