Entonces Jesús tomó al hombre ciego por la mano y lo llevó fuera de la aldea. Luego escupió en los ojos del hombre y lo tocó con sus manos. Entonces Jesús le preguntó: “¿Puedes ver?”
Gaal vio que el ejército se acercaba y le dijo a Zebul: “¡Mira, hay gente que baja de las cumbres!”. “Eso son sólo sombras hechas por las colinas que parecen hombres”, respondió Zebul.