Pero los discípulos habían olvidado llevar pan. Lo único que tenían en la barca era un solo pan.
Cuando iban hacia el otro lado del lago, los discípulos olvidaron llevar pan.
Entonces los dejó allí, subió a la barca, y volvió a cruzar el lago.
“¡Estén alerta y cuídense de la levadura de los Fariseos y de Herodes!” les advirtió.