El resultado fue que Jesús no podía hacer milagros allí, sino apenas sanar a algunas personas enfermas.
Pero apresúrate y vete allí rápidamente, porque no podré continuar hasta que estés allí”. (Por esto esta ciudad de llamó Zoar).
Cuando el hombre se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, golpeó la cavidad de la cadera de Jacob y la desarticuló mientras luchaba con él.
Como ellos no lograron creer en él, Jesús no hizo muchos milagros allí.
y le suplicó diciendo: “Mi hijita está a punto de morir. Por favor, ven y coloca tus manos sobre ella para que sea sanada y viva”.
“¿Por qué dices, ‘si puedes?’” respondió Jesús. “¡Todo es posible para el que cree!”
Pero el padre de Publio estaba enfermo, acostado en una cama y sufría con fiebre y disentería. Entonces Pablo entró a verlo, y oró por él, puso sus manos sobre él y lo sanó.
Porque hemos oído buenas noticias tal como ellos lo hicieron, pero eso no fue suficiente porque ellos no aceptaron ni creyeron lo que oyeron.