Otras semillas cayeron en buen suelo y allí germinaron y crecieron. Produjeron cosecha treinta, sesenta, y algunas hasta cien veces lo que había sido sembrado.
“Así que estén atentos a la manera como ‘oyen’. A los que han recibido, se les dará más; y los que no reciben, ¡incluso lo que ellos creen que tienen se les quitará!”
Si tienen oídos, oigan lo que el Espíritu le dice a las iglesias. A los que sean victoriosos yo les daré el privilegio de comer del árbol de la vida, que está en el Paraíso de Dios.