Las semillas en el camino donde se siembra la palabra representan a aquellos que escuchan el mensaje, pero inmediatamente Satanás llega y se lleva la palabra que ha sido sembrada en ellos.
De inmediato Lot fue a hablar con los hombres que estaban comprometidos con sus hijas. “¡Levántense y salgan de aquí!” les dijo, “porque el Señor está a punto de destruir la ciudad!” Pero ellos pensaron que se trataba de una broma.
Cuando las personas oyen el mensaje del reino, y no lo entienden, el maligno viene y arranca lo que fue sembrado en sus corazones. Esto es lo que ocurre con las semillas que cayeron en el camino.
Las semillas que caen en el camino son los que oyen el mensaje, pero el diablo se lleva la verdad de sus mentes a fin de que ellos no puedan confiar en Dios ni salvarse.
Algunos de ellos se burlaron cuando escucharon acerca de la resurrección de los muertos, pero otros dijeron: “Por favor, regresa más tarde para que podamos oír más sobre esto”.
Entonces Pedro le preguntó: “Ananías, ¿por qué Satanás ha entrado a tu corazón para mentir al Espíritu Santo y reservarte parte del dinero de la tierra que vendiste?
Él (el hombre de anarquía) viene a hacer la obra de Satanás, y tendrá todo tipo de poderes, usará milagros, y llevará a cabo sorprendentes pero engañosas manifestaciones.
Y el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo, fue lanzado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Entonces el diablo, que los había engañado, fue lanzado en un lago de fuego y azufre, donde habían sido lanzados la bestia y el falso profeta, y sufrirán con agonía día y noche, por siempre y para siempre.