Marcos 3:22

Versión Biblia Libre

Pero los líderes religiosos de Jerusalén, decían: “¡Él está poseído por Belcebú! ¡Es en nombre del príncipe de los demonios que los expulsa!”

Referencias Cruzadas

2 Reyes 1:2

Ocozías había caído por la celosía de su habitación superior en Samaria y se había herido gravemente. Así que envió mensajeros, diciéndoles: “Vayan y pregúntenle a Baal-zebub, el dios de Ecrón, si me curaré de esta herida”.

Salmos 22:6

Pero yo soy un gusano, no un hombre, despreciado y ridiculizado por todos.

Mateo 10:25

ellos deben estar satisfechos con llegar a ser como su maestro, y los siervos como su amo. Si a quien es la cabeza del hogar le han llamado demonio Belcebú, ¡aún más llamarán demonios a los demás miembros de esta casa!

Mateo 11:18

Juan no vino para festejar o beber, entonces la gente dice: ‘él está endemoniado’

Mateo 12:24

Pero cuando los Fariseos escucharon esto, respondieron: “¡Este hombre solo puede echar fuera demonios mediante el poder de Belcebú, el jefe de los demonios!”

Mateo 15:1

Entonces algunos Fariseos y maestros religiosos de Jerusalén vinieron a Jesús y le preguntaron:

Mateo 9:34

Pero los Fariseos comentaban diciendo: “el echa fuera los demonios con el poder del jefe de los demonios”.

Marcos 7:1

Los Fariseos y líderes religiosos que habían descendido desde Jerusalén para conocer a Jesús

Lucas 11:15

Pero algunos de ellos dijeron: “Él está expulsando demonios usando el poder de Belcebú, el príncipe de los demonios”.

Lucas 5:17

Un día, mientras Jesús enseñaba, los Fariseos y los maestros religiosos que habían venido de Galilea, en Judea, y de Jerusalén, estaban allí sentados. Y el poder sanador del Señor estaba con él y por eso podía sanar.

Juan 10:22

Era invierno y era la fecha de la Fiesta de la Dedicación en Jerusalén.

Juan 7:20

“¡Estás poseído por el demonio!” respondió la multitud. “¡Ninguno está tratando de matarte!”

Juan 8:48

“¿Acaso no tenemos razón en decir que eres un samaritano poseído por el demonio?” dijeron los judíos.

Juan 8:52

“Ahora sabemos que estás poseído por el demonio”, dijeron los judíos. “Abraham murió, y los profetas también, ¡y tú estás diciéndonos ‘cualquiera que sigue mi enseñanza, no morirá jamás!’