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Referencias Cruzadas

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Marcos 3:10

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porque había sanado a tantas personas que todos los enfermos seguían tratando de amontonarse y empujarse para poder tocarlo.

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18 Referencias Cruzadas  

Pero el Señor hizo que el faraón y los que habitaban en su palacio sufrieran una terrible enfermedad por causa de Sarai, la esposa de Abrán.

Pero mientras la gente seguía mordiendo la carne, incluso antes de que la masticaran, el Señor mostró su ardiente ira contra ellos, matando a algunos de ellos con una grave enfermedad.

Sabiendo esto, Jesús salió de allí, con una multitud que le seguía. Y Jesús los sanaba a todos,

Cuando Jesús salió de la barca y vio a la gran multitud, se llenó de simpatía por ellos, y sanó a los enfermos que había entre ellos.

y le imploraban que dejara que los enfermos tan solo tocasen su manto. Todos los que lo tocaban eran sanados.

Jesús viajó por toda Galilea, enseñando en las sinagogas, contando las buena nueva del reino, y sanando todas las enfermedades que tenían las personas.

“Hija mía, tu confianza en mí te ha sanado. Vete en paz. Has sido completamente sanada de tu enfermedad”, le dijo Jesús.

Dondequiera que él iba, en las aldeas, en las ciudades o en los campos, la gente ponía a los enfermos en las plazas del mercado y le rogaban a Jesús que permitiera que los enfermos tocaran aunque fuera la punta de sus vestiduras. Y todos los que lo tocaban quedaban sanos.

Entonces partieron hacia Betsaida, donde unas personas trajeron a un hombre ciego ante Jesús. Ellos le rogaban a Jesús que lo tocara y lo sanara.

Entonces Jesús se montó en uno de ellos, el que pertenecía a Simón, y le pidió que lo empujara hacia el agua, un poco más allá de la orilla. Entonces Jesús se sentó en el bote y desde allí les enseñaba a las personas.

Todos los que estaban en la multitud intentaban tocarlo, porque de él salía poder y los sanaba a todos.

Allí vivía un centurión que tenía un siervo a quien apreciaba mucho y estaba enfermo, a punto de morir.

Justo en ese momento Jesús sanó a muchas personas de sus enfermedades, de espíritus malignos e hizo ver a muchos ciegos.

Como resultado de ello, la gente traía a los enfermos a las calles y los acostaban allí en sus camas y alfombrillas para que la sombra de Pedro cayera sobre ellos al pasar por ahí.

Porque el Señor disciplina a los que ama, y castiga a todos los que recibe como sus hijos”.




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