Pero para convencerlos a ustedes de que el Hijo del hombre tiene autoridad para perdonar pecados,
Cuando llegó a la región de Cesarea de Filipo, Jesús le preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?”
yo te digo (dirigiéndose al paralítico), ‘Levántate, recoge tu camilla y vete a casa’”.
¿Qué es más fácil: decirle al paralítico ‘tus pecados están perdonados,’ o ‘levántate, toma tu camilla y camina’?
Dios lo exaltó a una posición de honor, a su diestra, como Príncipe y Salvador, como una forma de traer arrepentimiento a Israel, y para perdón de pecados.