La multitud fue donde Pilato y le pidieron que liberara a un prisionero como era su costumbre.
“Guárdalo hasta el día catorce del mes, cuando todos los israelitas sacrificarán los animales después de la puesta del sol y antes de que oscurezca.
Y era costumbre del gobernador, durante la fiesta, liberar delante de la multitud a cualquier prisionero que ellos quisieran.
Jesús partió de Capernaúm y se fue a la región de Judea y Transjordania. Una vez más la gente se amontonó para verlo, y él les enseñaba como de costumbre.
Y uno de los prisioneros era un hombre llamado Barrabás, quien pertenecía a un grupo de rebeldes que había cometido asesinatos durante una revuelta.
“¿Quieren que libere al Rey de los judíos?” les preguntó,