Entonces los soldados se lo llevaron al patio del Pretorio, donde llamaron a toda la cohorte.
Entonces los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio de Caifás, el sumo sacerdote.
Le pusieron una bata de color púrpura e hicieron una corona de espinos, la cual pusieron sobre su cabeza.
Temprano en la mañana, llevaron a Jesús de donde Caifás hasta el palacio del gobernador romano. Los líderes judíos no entraron al palacio, porque si lo hacían se contaminarían ceremonialmente, y ellos querían estar aptos para comer la Pascua.
Pilato regresó al palacio del gobernador. Llamó a Jesús y le preguntó: “¿Eres tú el rey de los judíos?”
Los soldados hicieron una corona de espinas y la pusieron sobre su cabeza, y lo vistieron con una túnica de color púrpura.
y regresó al palacio del gobernador. Pilato le preguntó a Jesús, “¿De dónde vienes?” Pero Jesús no respondió.
En Cesarea vivía un hombre llamado Cornelio, quien era un centurión romano del ejército italiano.