Pero cuando ese mismo siervo salió de allí, se encontró con uno de sus consiervos que le debía apenas cien denarios. Lo tomó por el cuello y ahorcándolo, le decía: ‘¡Págame lo que me debes!’
Como Judas estaba a cargo del dinero, algunos de ellos pensaron que Jesús le estaba diciendo que se fuera y comprara lo necesario para la fiesta de la Pascua, o que fuera a donar algo a los pobres.
Los que son ladrones, dejen de robar y trabajen productivamente y con honestidad con sus manos, para que tengan algo que brindar a quienes lo necesitan.
Tales personas son gruñonas, que siempre están quejándose. Siguen sus propios deseos malos, y hablan con jactancia de sí mismos, y halagan a otros para lograr sus propios fines.