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Referencias Cruzadas
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Marcos 13:8

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Las naciones pelearán unas contra otras, y los reinos unos contra otros. Habrá terremotos en diferentes lugares, y hambrunas. Estos son los comienzos de los dolores de parto que sufrirá el mundo.

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21 Referencias Cruzadas  

La nación luchaba contra la nación, y el pueblo contra el pueblo, pues Dios los sumía en el pánico con toda clase de problemas.

Se sacudieron por todas partes, y estaban en dolor agonizante como una mujer dando a luz,

Animaré a los egipcios a atacar a otros egipcios. Lucharán entre sí, vecino contra vecino, pueblo contra pueblo y reino contra reino.

el Señor Todopoderoso llegará con truenos, terremotos y tremendos ruidos, con torbellinos, tormentas y llamas de fuego que lo abrasarán todo.

Ellos le dijeron: “Esto es lo que dice Ezequías: Hoy es un día de angustia y de castigo. Es como cuando los bebés llegan a la entrada del canal de parto, pero no hay fuerzas para darlos a luz.

¿Qué vas a decir cuando ponga a tus enemigos a cargo de ti, gente que antes considerabas tus amigos? ¿No sufrirás dolores como una mujer de parto?

Tú que vives en el “Líbano” en tu nido de cedro, cuánto vas a gemir cuando los dolores agónicos te golpeen como a una mujer de parto.

Esto es lo que dice el Señor Todopoderoso: ¡Cuidado! El desastre está cayendo sobre una nación tras otra; una inmensa tormenta se está formando en la distancia.

Oigo los gritos de una mujer que está dando a luz, los gemidos agónicos de una mujer que da a luz a su primer hijo. Son los gritos de la Hija de Sión, que jadea y extiende las manos diciendo: “¡Por favor, ayúdenme, me están matando!”

Los habitantes de Damasco están desmoralizados; se vuelven y huyen despavoridos, invadidos por el dolor y la angustia como una parturienta.

El rey de Babilonia ha oído las noticias y está aterrorizado. Está sobrecogido de miedo, con dolor como una mujer de parto.

El pueblo responde, “Nos hemos enterado de la noticia y nuestras manos están inmovilizadas por la conmoción. Nos invade la agonía y sufrimos dolores como una parturienta.

Destruiré los tronos y reinos, y el poder de los reinos sobre las naciones. Destruiré los carruajes y a sus jinetes. Los caballos y los jinetes caerán, y los hombres se matarán unos a otros con espada.

Ese día el Señor los golpeará con un terrible pánico, y se conquistarán y lucharán ente ellos mismos, mano a mano.

pero todas estas cosas son solo el principio de los dolores del parto.

No se atribulen cuando escuchen de guerras aquí y allá. Estas cosas deben suceder pero este no es el fin.

“¡Cuídense! Ellos los entregarán a ustedes a las cortes para ser juzgados. Ustedes serán golpeados en las sinagogas. Y por mi causa ustedes tendrán que estar en pie frente a gobernantes y reyes, y ustedes les testificarán.

Y uno de ellos, llamado Ágabo se puso en pie y profetizó una advertencia por medio del Espíritu que habría una hambruna terrible que afectaría a todo el mundo. (Esto se cumplió durante el reinado del Emperador Claudio).

Cuando la gente hable de paz y seguridad, de repente vendrá destrucción sobre ellos. Será como el inicio repentino de los dolores de parto, y ciertamente no escaparán.

Y salió otro caballo, que era rojo. Al que lo cabalgaba se le dio una espada grande, y el poder de quitar la paz de la tierra para que las personas se matasen unas a otras.




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