Y les dijo: “Vayan a la aldea que sigue, y tan pronto como entren allí, encontrarán un pollino atado, el cual ninguno ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí.
Porque ustedes conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Que aunque era rico, se volvió pobre por ustedes, a fin de que a través de su pobreza ustedes pudieran llegar a ser ricos.