Y Pedro recordó lo que Jesús había hecho, y le dijo: “Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha marchitado”.
Las casas de los malvados están malditas por el Señor, pero él bendice los hogares de los que viven en rectitud.
Entonces vio una higuera junto al camino, y se dirigió hacia ella pero no encontró ningún fruto, sino solamente hojas. Entonces le dijo a la higuera: “¡Ojalá que nunca más puedas producir fruto!” E inmediatamente la higuera se marchitó.
A ellos les gusta que los saluden con respeto en las plazas del mercado, y que la gente les llame ‘Rabí’.
“No dejen que la gente los llame ‘Rabí’. El Gran Maestro de ustedes es solo uno, y ustedes son todos hermanos.
“También dirá a los de su izquierda: ‘¡apártense de mi, ustedes malditos, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles!
Mientras tanto, los discípulos de Jesús estaban insistiéndole: “¡Maestro, come algo, por favor!”
Cualquiera que no ama al Señor debe ser excluido de la iglesia. ¡Ven Señor!