Y les explicó: “¿Acaso no dice la Escritura: ‘Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones’? ¡Pero ustedes la han convertido en refugio de ladrones!”
traeré a estos extranjeros a mi monte santo y los haré felices en mi casa de oración. Aceptaré sus holocaustos y sacrificios, porque mi Templo será llamado casa de oración para todas las naciones.
Todos los rebaños de Cedar serán traídos a ti, los carneros de Nebaiot serán puestos a tu disposición. Los aceptaré cuando sean sacrificados en mi altar, y glorificaré el Templo donde me honran.